La entrada de empresas constructoras extranjeras además de las existentes!
La propuesta actual eleva la cuota de trabajadores extranjeros en la industria hasta 60.000, y pretende permitir la entrada de empresas constructoras extranjeras además de las existentes; Los contratistas acogen con satisfacción el aumento de la cuota, pero afirman que debería llegar a 100.000 trabajadores extranjeros.
La propuesta resulta en aumentar los cupos de trabajadores extranjeros hasta 60 mil trabajadores extranjeros, esto luego de que ya se tomó una decisión el 12 de noviembre que aumentó su cupo de 30 mil a 50 mil. Hoy en día, esta cuota, compuesta por trabajadores llegados en el marco de acuerdos bilaterales y fuera de ellos, asciende a sólo 20.000 trabajadores extranjeros (sin incluir a las empresas extranjeras que los implementan). La propuesta también demuestra que el Estado comprende plenamente la complejidad de absorber un número tan grande de trabajadores y su aclimatación en el país, y ante esto se decidió que cuando el número de trabajadores llegue a 40 mil examinará los efectos de su presencia desde el aspecto económico y social.
Aumentar el número de trabajadores mediante una decisión sobre un mayor número de trabajadores extranjeros es fundamental para este gobierno . Durante mucho tiempo, Israel ha tenido dificultades para incorporar trabajadores extranjeros en el marco de acuerdos con otros países, y más ahora a un país en guerra. A modo de ejemplo, uno de los principales países desde donde Israel intentó importar un gran número de trabajadores es China, que ahora le está dando la espalda a Israel.
Al mismo tiempo, entre los contratistas hay al menos optimismo respecto al número de trabajadores que llegarán fuera de los acuerdos bilaterales. Estos días se están realizando controles en el extranjero, en dos distritos de la India y Sri Lanka, y se estima que en aproximadamente un mes como máximo entrarán en Israel unos 8.000 trabajadores de la India, 2.000 de Sri Lanka y unos 6.000 de Uzbekistán.
Otro canal a través del cual el Estado busca incrementar el número de empleados en la industria son las empresas constructoras extranjeras. En 2016, se tomó la decisión de permitir que las empresas constructoras extranjeras operaran en Israel y se les asignó una cuota de 12.000 trabajadores, de los cuales las empresas emplean actualmente solo a unos 7.600 trabajadores. La propuesta es crear un grupo adicional de empresas contratistas extranjeras que puedan emplear cada una hasta 1.600 trabajadores, hasta una cuota de 15.000 trabajadores, además de la cuota existente de 12.000 trabajadores. Las empresas que lleguen podrán actuar tanto como contratistas ejecutivos como emprendedores junto a un socio local. Se trata de una decisión a la que los contratistas se oponen porque, según ellos, podría perjudicar a las empresas constructoras en Israel, cuya situación ya es mala en estos momentos.
El gobierno también tiene la intención de continuar con los intentos de incorporar trabajadores israelíes a la industria de la construcción mediante diversos incentivos.